Autor: Elena Castillo Castro
Editorial: Ediciones Urano México
Sello: Titania
Colección: Fresh
ISBN: 9788416327652
Páginas: 334
Año: 2019
Landon Frazier no solo es el popular quarterback del equipo de fútbol de Abbeville y un estudiante ejemplar, también es el hijo del médico de este pequeño pueblo descendiente de los primeros colonos de Alabama.
Cuando Malia, una pequeña creek de la reserva de Atmore entra en su vida, salvaje e inocente, la llena de nuevas tonalidades que descolocarán las bases de la tradicional vida sureña de su familia, descubriendo otra forma de mirar el mundo.
Nacerá una amistad que crecerá con el paso de los años, a pesar de sus propios miedos, revelándose unos sentimientos imparables.
Las consecuencias de un amor fuerte y libre que luchará por superar las diferencias, los prejuicios, el tiempo y las responsabilidades.
LA HISTORIA DE UN AMOR CAPAZ DE HACER QUE CREZCAN FLORES EN JÚPITER.
Malia y Landon provienen de mundos totalmente diferentes; mientras Landon es el chico rico y popular del pueblo, estrella del equipo de fútbol y futuro médico, Malia es salvaje, vive en la reserva, ama las tradiciones de su pueblo y no tiene claro que quiere hacer con su vida.
Pero esto no es un impedimento para que entre ellos crezca un sentimiento que con el paso de los años es inmune a casi todo.
Mientras se enfrentan a sus diferencias y a los prejuicios de la gente Landon descubrirá que el amor es aceptar al otro tal cual es y Malia descubrirá que vale la pena arriesgarse por la persona que amas.
Elena Castillo Castro es una autora con muy buenas críticas en el catálogo de Ediciones Urano y aunque no había tenido oportunidad de leerla, ansiaba descubrir su pluma, así que cuando ví la maravillosa portada de El teorema de Júpiter supe que era el momento ideal para hacerlo.
Sin duda debo admitir que Landon Frazier se ganó un lugar en mi corazón lector, y es que pocas veces me he encontrado con un protagonista tan dulce y casi perfecto como él. Aunque desafortunadamente el caso de Malia fue todo lo contrario (pero ya abordaré ese tema).
El romance no es un género que consuma frecuentemente, pero cuando lo hago suelo disfrutarlo bastante sobre todo cuando se trata de historias en dónde los protagonistas se conocen desde pequeños y su amor se desarrolla a través de los años, ya que para mí no existe nada más dulce, puro y tierno.
Es bien sabido que en estás historias por lo regular encontraremos a protagonistas con pasados oscuros o tormentosos, con inseguridades y "diferentes" a otros; lo cual los hace bastante atractivos a los ojos de su coprotagonista, pero desde mi punto de vista Malia abusa de estas dos últimas características, rallando en lo fastidiosa, aburrida y desagradable.
Algo que tampoco amé fueron esos extraños y repentinos saltos en el tiempo y el cambio de voces narradoras a lo largo de algunos capítulos, ya que por momentos debía regresar un poco para comprender lo que sucedía.
En cuanto a los personajes secundarios Ben y Vera han sido mis súper favoritos.
La ambientación me encantó y durante gran parte de la historia me sentí como si estuviese mirando una película, lo cual siempre disfruto mucho.
Y aunque en general ha sido una buena lectura, el abuso de esos clichés para mí le resto bastante.
El teorema de Júpiter es un libro con una de las portadas más hermosas de mi librero, que me mantuvo shippeando con un amor tan dulce y tierno, y que seguramente también te robara más de un suspiro.