Saga: Contra el Viento del Norte (#2 de 2)
Autor: Daniel Glattauer
Editorial: Punto de Lectura
ISBN: 9786071131782
Año. 2014
# de Pág.: 260
En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?
“Me parece que
lo interesante no es que aspecto tenemos realmente, sino si creemos haber
reconocido al otro y por qué”
Indudablemente este es uno de los libros más
reseñados desde su publicación, y a pesar de que casi a todos les ha gustado;
en lo personal no ha sido todo lo que esperaba.
Si bien, Glattauer nos presenta una historia
original, diferente, adictiva, llena de emociones y (mucho) drama, me he llevado una pequeña decepción.
Y es que como suele suceder en este tipo de “ciber-relaciones”
solo podemos conocer a los personajes y su personalidad hasta donde nos desean contar,
creando seres planos y sin realismo.
“…tú no eres una
persona cualquiera. Si hay una persona que no es cualquiera, esa eres tú. Y
menos para mí. Eres como una segunda voz dentro de mí, que me acompaña día a
día. Has convertido mi monologo interior en un diálogo. Enriqueces mi vida
interior. Indagas, insistes, parodias, entras en conflicto conmigo. Te agradezco
tanto tu gracia, tu encanto, tu vivacidad, incluso tus <<comentarios de
mal gusto>>.”
Aunque la historia de “amor” hoy en día es muy común,
de verdad me cuesta comprenderla, no
logro comprender a quienes dicen enamorarse de esta forma.
¿De verdad es posible enamorarse de alguien a quien
nunca has visto, de la que no sabes absolutamente nada? ¿Se puede confiar
ciegamente? No sé, creo que simplemente yo no podría!.
Y bueno, que decir del final!... Vaya forma de “obligarte”
a leer Cada Siete Olas.